Imaginemos que debemos calcular una raíz cuadrada (aproximada) de un número que no sea cuadrado perfecto sin tener ningún aparato que nos permita obtenerla de manera inmediata.
Además del clásico algoritmo de cálculo, que estas últimas generaciones no conocen, existen varios como este otro, que vamos a acompañar de ejemplos:
Suponemos que nos dan un número x de cual queremos obtener la raíz cuadrada. Por ejemplo, 47,23
- Calculamos las raíces de los cuadrados perfectos, menor y mayor, más próximos al número x. En nuestro ejemplo,
6=√36<√47,23<√49=7
- Elegimos el cuadrado perfecto a2 más próximo al número x. En nuestro ejemplo
a2=49 y a=7
- Restamos el cuadrado perfecto elegido a2 al número x. En nuestro ejemplo,
x–a2=47,23-49=-1,77
- Dividimos la cantidad entre el doble de la raíz cuadrada del cuadrado perfecto elegido. En nuestro ejemplo
(x–a2)/(2a)=-1,77/14≈-0,126
- Sumamos esa cantidad a la raíz cuadrada del cuadrado perfecto elegido, obteniendo una buena aproximación de la raíz cuadrada buscada. En nuestro ejemplo,
a+(x–a2)/(2a) =7-0,126=6,874
Podemos afirmar, entonces, que
√47,23≈6,874
El valor concreto de esta raíz, usando la calculadora, es 6.87240860252…
En esta imagen, donde muestran las gráficas de la raíz cuadrada (en azul) y la función de aproximación que hemos definido (en rojo), se puede observar la bondad del algoritmo por la similitud de ambas.

Otro ejemplo: queremos calcular √29
5=√25<√29<√36=6 y 25 es el cuadrado perfecto más próximo, de los tomados, a 29.
Hacemos entonces a+(x–a2)/(2a)=5+(29-25)/10≈5,4 por lo que
√29≈5,4
siendo el valor real de esta raíz 5.38516480713…