Una regla de Golomb es un conjunto de números enteros no negativos desde 0, marcados en una representación gráfica lineal, tales que cada par de ellos tienen distancias diferentes con cualquier otro par propio del conjunto y todas las distancias entre dichos pares abarcan valores naturales hasta un valor menor o igual al máximo del conjunto.
Esta regla fue definida por el matemático e ingeniero estadounidense Solomon W. Golomb.
Un ejemplo se encuentra en la distribución [0,1,4,6]

en la que puede observarse nítidamente la construcción determinada por la regla.
No hay ningún requisito de que una regla de Golomb pueda medir todas las distancias hasta su longitud máxima pero, si lo hace, se le llama en ese caso regla de Golomb perfecta como es la del ejemplo anterior. Son también perfectas la [0,1] y la [0,1,3]
Y una regla de Golomb es óptima si, para alcanzar el máximo, usa la menor cantidad de números en su construcción. Los ejemplos anteriores también lo son de reglas óptimas.
Se ha demostrado que no existe una regla de Golomb perfecta y óptima para cinco o más números.
En la imagen siguiente tenemos una regla de Golomb, óptima pero no perfecta, para valores hasta 11, [0,2,7,8,11] en una distribución para salas de conferencias a la que le falta la correspondiente a las 10 filas:

Otra regla de Golomb, también óptima y no perfecta, para valores hasta 11 sería [0,1,4,9,11], en la que falta la distancia 6.
La creación de reglas de Golomb es fácil, pero encontrar la regla de Golomb óptima para un fin determinado es computacionalmente muy difícil.
De hecho aún se está en estudio y en búsqueda las reglas óptimas y/o perfectas para cantidades superiores a 28 elementos de la distribución, lo cual exige cálculos combinatorios muy extensos.
Uno de los resultados prácticos de la regla de Golomb, se dice, es el diseño de radioantenas múltiples por desfase de onda en configuraciones de radiotelescopios, cosa que habría que revisar… 😉