Leonardo de Pisa (conocido por Fibonacci) dio a conocer, en la primera mitad del siglo XIII, en Europa los números arábigos que actualmente usamos y una sucesión matemática que se ha hecho famosísima y útil en todos los campos del conocimiento:
1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34, 55, 89, …
en la que cada término se obtiene sumando los dos anteriores de la sucesión y partiendo de dos «unos» como primeros términos.
Aparece abundantemente en procesos y elementos de la naturaleza. Para mayor información leed este artículo.
Esta sucesión, íntimamente ligada a la razón aúrea, es usada con profusión en el arte y en la publicidad… y ahí vamos.
Entre los numerosos logotipos que son diseñados tomando como base las medidas de esta sucesión está el de la manzana de la empresa Apple. Aquí tenéis una imagen que lo justifica:
Bonito, precioso… pero, parece ser, erróneo… porque las medidas del logo, según expertos diseñadores gráficos, no se ajustan exactamente a los términos de la sucesión.
Será así, pues no vamos a discutir a quienes han tomado las medidas exactas y han visto las pequeñas diferencias, pero es indudable que Fibonacci inspiró a sus creadores.